Por Philippe Petitpas
Insectopedia, de Editorial Amanuta, escrito por Daniel Aguilera-Olivares e ilustrado por Itza Maturana, es una invitación a conocer el formidable mundo de los insectos. Estos seres, que siempre me han llamado la atención, fueron los primeros en conquistar el mundo, los primeros en desarrollar alas y seguramente seguirán acá mucho después de que nosotros –los que formamos parte del reino Animalia– nos hayamos extinguido.
Cuando era cabro chico vivía en una casa con jardín. Uno de los mejores panoramas de domingo era salir afuera a levantar piedras, a buscar entre las ramas, a cazar insectos y también sus parientes lejanos, las arañas. Este libro habla específicamente de los insectos, que son uno de los 4 grupos de artrópodos que existen. Los artrópodos son organismos que se caracterizan por tener sus patas articuladas, de ahí viene su nombre. Se dividen en Hexapoda (6 patas), Chelicerata (8 patas), Crustacea (10 patas) y Myriapoda (muchos pares de patas). Los insectos forman parte del primer grupo, pues tienen 6 patas. Las arañas y los escorpiones, por ejemplo, forman parte del segundo grupo. En el tercer grupo encontramos especies como los chanchitos de tierra o las jaibas. Eso quiere decir que los chanchitos de tierra, esas bolitas tan comunes que plagaban todo el jardín, están más relacionados con las jaibas que con los insectos. ¡Increíble! En el cuarto grupo están los ciempiés, por nombrar alguno.
Parece ser una clasificación más bien simple, pero la verdad es que hasta el día de hoy se siguen clasificando, moviendo y cambiando de lugar a las especies, especialmente estos pequeños seres, de los que en realidad no sabemos tanto. De hecho, cuando este libro estaba en imprenta, la comunidad científica, tras años de debates, decidió que las termitas ya no formarían parte de un Orden propio y las movieron al de las cucarachas.
Los insectos aparecieron hace aproximadamente 480 millones de años atrás. Para hacerse una idea, esto es 250 millones de años antes que los dinosaurios. Está claro porqué son tan evolucionados. Fueron los primeros organismos en desarrollar alas. De hecho, la libélula, o mejor dicho un antepasado primitivo de la libélula, fue probablemente el primer ser vivo en volar. También fueron los insectos más grandes conocidos; un pariente de la libélula que vivió en el periodo Carbonífero medía 75 centímetros con sus alas desplegadas.
Podría estar toda la tarde escribiendo datos interesantes sobre insectos. Este libro está lleno y es solamente un acercamiento simplificado al mundo de 6 patas. Es ideal para nutrir o levantar la curiosidad de los más pequeños, pues a pesar de tener mucha información, el volúmen de contenido es manejable y la experiencia de lectura es entretenida. Las ilustraciones de Itza (por cierto este fue su primer libro) son una excelente compañía, pues aportan información visual que a veces es difícil de explicar sin incurrir en un lenguaje científico complicado para los niños.
Hablemos de diseño. Este libro está impreso en un papel hilado de 160 gramos, se usó un tono amarillo de bajo porcentaje en el fondo, lo que le aporta calidez a los datos duros y a las ilustraciones vectoriales. La cubierta está impresa en un papel texturado especial, de muy buena absorción, es decir, los colores se impregnan con mucha fuerza. El libro además tiene una hoja de stickers de insectos en la última página, al menos la primera edición.
Insectopedia está diagramada de tal forma que el contenido no parece muy pesado. Hay datos puntuales sobre distintos tipos de insectos, pero no es necesario leer este libro de forma lineal. Se puede abrir en cualquier parte y aprender algo nuevo, como por ejemplo que las hormigas pertenecen al mismo Orden que las abejas y las avispas: los Himenópteros. O que el 25% de todas especies del mundo, incluidos los animales, artrópodos y plantas son coleópteros. Se podría decir que este es el planeta de los coleópteros.
En julio de 2020, Amanuta sacó un libro para colorear basado en este trabajo: Insectopinta. Ideal para pasar la cuarentena o cualquier domingo en la tarde. Pero si puedes salir a levantar piedras en vez de quedarte adentro, por favor sal.
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